En poco más de una década, Simon Porte Jacquemus ha dado forma a un modo cercano y personal de crear moda, compartiendo su vida con los seguidores de la marca.
A un diseñador se le presupone el talento para idear colecciones bellas, pero para crear una comunidad en torno a una marca se necesita mucho más: entusiasmo, instinto y la capacidad de transmitir el amor a tu oficio. El joven prodigio Jacquemus traslada su concepción de la vida a la moda; para él es importante la familia, la naturaleza, los amigos y poco más. Con ese discurso sencillo y solar lleva en brazos su querida Provenza a París, y sus más de siete millones de seguidores y la crítica especializada aplauden su allure mediterráneo y sus escenografías espectaculares.