Dadle un punto de apoyo y moverá el mundo: Ruth Finley organizó durante siete décadas la agenda de todos los eventos de Nueva York relacionados con la moda.
Un bolígrafo, un teléfono y un rolodex bastaron a la bostoniana Ruth Finley para convertirse en una figura imprescindible de la moda neoyorquina. Menuda, vivísima y con una férrea ética del trabajo, se inventó ella sola su oficio ideal: crear en 1940 una agenda de citas imprescindibles, The Fashion Calendar. Allí constaban absolutamente todos los eventos de Nueva York relacionados con la moda. Si no estabas en su radar, no eras nadie. Si necesitabas su consejo y orientación, ahí estaba la paciente Ruth dispuesta a escuchar. Con su calendario semanal puso orden en la falta de coordinación de una industria creciente que cada vez movía más presupuesto y público. Bill Cunningham, Andrew Bolton, Thom Browne o Valerie Steele recuerdan los setenta años en activo de una figura irrepetible.