De cómo una niña tímida y rebelde se convirtió en una fuerza creativa del diseño de vestuario, colaborando con Madonna, Lenny Kravitz, Tom Ford, Prada o Quentin Tarantino.
Vestir a un famoso es ayudar a dar forma a su identidad pública; vestir a un personaje es crear de cero un universo. En ambas tareas despunta la neoyorquina Arianne Phillips, diseñadora de vestuario y estilista. Madonna, Courtney Love, Gia Coppola, Jeremy Scott, Alessandro Michele o Tom Ford, entre otros, desfilan por la pantalla y alaban su capacidad expresiva, efectista y chic. Todos hemos visto trabajos de Phillips, seamos o no conscientes de ello: Hedwig and the Angry Inch, The People vs Larry Flynt, A Single Man, Walk the Line o Once Upon a Time in Hollywood llevan su firma. Este film ‘behind the scenes’ resume una carrera sin pizca de frivolidad: «Nuestro trabajo va más allá de hacer parecer cool a alguien; va de sentirse protegido.»